sábado, 30 de mayo de 2015

¡ Tú eliges...!

Cuando quieres hacer algo, te pones en marcha y lo haces. Si buscas excusas, si siempre tienes un pero... examínate; porque a lo mejor lo que te ocurre es que realmente no quieres hacer eso. No busques fuera de ti lo que te ocurre. No trates de buscar culpables de nada, ni escombreras donde depositar tu "basurilla". No te escudes en el "soy así" o en el "esto es así" porque tú eliges cómo quieres ser y cómo quieres que sea tu entorno. Todo, absolutamente todo lo que nos ocurre lo elegimos nosotros; y podemos elegir que todo sea maravilloso o que todo sea opaco y triste. Podemos elegir que nos duela hasta el alma o fluir con la vida y disfrutar del riesgo que todo conlleva. Podemos elegir vivir el presente o sumirnos en la tristeza del pasado y en la angustia por lo que pueda pasar dentro de dos días. Podemos elegir estar en coherencia con nuestro corazón o en desasosiego por querer complacer a todo el mundo. Podemos elegir ser felices o unos amargados... Podemos ELEGIR!!!
La vida es un regalo maravilloso y fantástico. Nadie ha venido a este mundo a sufrir ni esto es el purgatorio donde limpiar pecados de nuestros antepasados. La vida es la biblia en la mejor de sus interpretaciones: la del ser humano, la del corazón y la felicidad. La vida es un camino que hacemos día a día y que no es unidireccional. Si tomas el no deseado, vuelve atrás y busca la senda por la que quieres caminar tranquilo. La vida es UNA, la de cada uno de nosotros y la de nadie más. Y es obligatorio vivirla con AMOR, queriéndonos y mimándonos. Nos han dicho que tenemos que sacrificarnos por los demás, por nuestros hijos, por nuestros padres... que si no lo hacemos somos malas personas; pero no nos han dicho que tenemos que sacrificarnos por ser felices nosotros mismos. Que nuestros padres tienen sus vidas. Que nuestros hijos tienen las suyas. Y que ninguna de esas vidas es la nuestra. Nos han enseñado que querernos es ser egoistas, y digo yo... ¿en qué manual está eso escrito?...
Bueno, y ahora, después de esta reflexión...¡Me voy a aplicar el parche! Porque todo esto es para mí.

miércoles, 30 de abril de 2014

Mi amiga Ana.

- ¡Mari Carmen, Mari Carmen!
Me giro y no encuentro cara conocida. ¡Será a otra!, pienso.
- ¡Mari Carmen, colegui!
No hay lugar a dudas, "colegui" soy yo. Es mi amiga Ana, pero... ¿dónde está?
Vuelvo a girarme de nuevo y veo una cara que me resulta muy familia, con una enorme sonrisa que mostraba unos dientes absolutamente bien colocados. Perfectos.
¡Sí, la conozco! - pienso. Pero esa imagen la ubico más en otra época de mi vida. En la de mis quince años. Y no podía ser. No daba crédito a que mi amiga, la de los quince años, estuviera allí conmigo. ¿Acaso estoy sufriendo una especie de agradable regresión hacia el pasado? - me pregunto. ¡No! Ya no tengo esa inocente y rebelde edad de los quince; sino que en mi haber dispongo de cuarenta y cuatro primaveras que me devuelven a la más rotunda realidad- Aunque, por un momento he percibido ese grato y efímero placebo de sentirme nuevamente adolescente.
- ¿Ana? -pregunto sin salir de mi asombro. Mi desencajado rostro debió ser un poema en ese momento, porque eso de disimular no va mucho conmigo...
- Sí, quién voy a ser - me responde.
Siento tener las pupilas dilatadas y ojos abiertos como platos. Ni pestañeo. Y mi amiga me observa con una mirada picarona como diciendo, ¡qué, cómo me ves "colegui"!
Y cómo la iba a ver. Divina de la muerte. Su cuerpo de unos cien kilos debía pesar ahora al menos diez menos que el mío. Un rostro finísimo. Sin arrugas. Media melena airosa y arreglada. Un talle envidiable, muy delgado y estiloso. Y unas piernas perfectamente definidas y cuyas pantorrillas causaban auténtico vértigo.
Me senté en unos escalones que hallé cercanos antes de que me diera un desmayo, ya que no podía dar crédito a lo que estaba presenciando en ese instante. Mi amiga, la de los quince años, había vuelto. No tenía ya esa edad, pero como si la tuviera. Estaba guapísima, muy esbelta y buenísima...
- ¡Colegui! -le dije- si yo fuera hombre me enamoraba de ti ahora mismo. Y ambas sonreímos.
Estaba espléndidamente feliz y sentí alegría por eso, porque la noté plena, segura y confiada con su imagen de siempre rescatada del recuerdo. La de verdad, la de la auténtica Ana; encantada con su aspecto y cómo no, rebosante de salud.
Y así empezamos a charlar de forma amena sobre aquella sorprendente mutación que la había hecho pasar de oruga a radiante mariposa. Resulta que llevábamos dos años sin vernos. A mí no me parecía tanto, quizás fuera porque cuando a las personas se las siente continuamente cerca ni el paso del tiempo tiende distancias, y es como si ayer mismo hubiéramos estado charlando una frente a otra.
Me alegré y me alegro, ya que sé que para ella el físico era importante a pesar de que a mí me importe un comino el aspecto externo de la gente que realmente es bella por dentro. Y Ana siempre ha sido muy bonita por dentro y por fuera, mostrando permanentemente su aire seductor con kilos y sin ellos.
Luego charlamos... de cosillas nuestras que no vienen al caso contar aquí, y  que hemos dejado pendiente para un café de amigas por el que no vamos a sacrificar otros dos años para disfrutarlo juntas.

martes, 15 de abril de 2014

LA CITA

Se hallaba rodeado de gente maravillosa, en buena compañía…, y sin embargo sentía que aquel no era su sitio. La noche debía ser perfecta. Esa reunión con unos buenos amigos invitaba a eso después de una jornada de distensión y descanso absoluto. No obstante, nada salió conforme a lo planeado y se encontraba allí,  sentado en aquel enfundado sofá, sosteniendo un whiskey entre sus trabajadas mano mientras veía reflejada su figura  en el perdido  espejo del fondo del pasillo, que pasaba desapercibido para todos excepto para su gato. Hasta allí huía para evadirse y abstraerse de la realidad. Clavaba su embriagada mirada en ese espacio imaginario que había creado entre sus  ojos, donde se contemplaba a sí mismo a través de aquellas ventanitas castañas y chispeantes que aún lucían en su rostro a pesar de los años…, a pesar de su tristeza. 

De repente esbozó una sonrisa. Nada le hacía sentir mejor que una buena conversación interior, en el misticismo de su yo  y al margen de lo que el mundo y su entorno generaban. Había adquirido la habilidad de abstraerse de todo aquello que no le interesaba y que le resultaba ajeno y superficial. Una reunión más. Una cena más de tantas y  la misma tertulia de siempre. Su mente no estaba ni para rutinas ni para banalidades; y había tomado la decisión de viajar libremente. Porque su cita de aquella noche estaba apunto de entrar con el siguiente trago, y aquel espejo era su lugar de encuentro.En su pensamiento, ella... 

Otro sorbo más del reserva escocés que tan bien sabía…,  el momento se iba aproximando.
En su corazón palpitaba el “tic-tac” de los segundos  y minutos que transcurrían, y el músculo de la vida se iba acelerando con intención deprovocar que el tiempo pasara un poco más deprisa. Bebía otro sorbo más, y otro… 

-Estoy triste-pensaba… Este no es mi sitio… Estoy triste, triste, triste…

Y cansado… muy cansado. El alcohol, el ruido y el tabaco empezaban a hacer estragos en su conciencia agotada y mermada instante tras instante, despertando un aletargado sentimiento de culpa que emergía desde el fondo de la copa de whiskey. 

Su cita estaba allí. Lo esperaba tras el dintel de su mirada, e iba avanzando peldaño a peldaño…desde el dolor de la soledad que sentían sus manos y sus dedos; empapando en sudor cada poro de su piel y recalando por las venas y arterias de su cuerpo para alcanzar su mente. Y era allí donde estallaba su éxtasis en una bacanal de deseos e instintos desenfrenados. No había momento del día más excitante que aquellos encuentros nocturnos…

-Buenas noches, es tarde y nos vamos. Os vemos cansados y es hora de marcharse – se despedían los amigos-
-Bueno, gracias porla visita. Lo hemos pasado genial, como siempre. A ver para cuándo tenemos otra. -Comentaban entre sonrisas y miradas de complicidad-

Besos y despedidas a su alrededor. Y mientras él permanecía sentado, observando a todos y elevando ligeramente la mano a modo de gesto de despido educado y cordial.

Era el momento esperado. Se cierra la puerta…

¡Mi  cita! –grita su mente- Y de un respingo se incorpora, entreabre la cortina y atisba la silueta del cuarto creciente lunar a través de la ventana, tímidamente escondida tras una despistada nube. 

-¡Ahí está ella! –piensa-

A paso cansado avanza hacia su dormitorio, con la ilusión que tiene un niño la noche de Reyes Magos y  con los nervios de una primera experiencia amorosa… 

-¡Voy a acostarme,estoy reventado!… -dice con voz lasciva -

Se apresura a llegar, pausadamente, sintiendo ese agradable temblor en sus piernas que se contagia al resto de su ser produciéndole un mágico y seductor estremecimiento. Se descalza. Se desnuda… Y mirando hacia el camastro se reclina sobre el mismo, se tumba y se arropa en el ansiado lecho. Cierras sus ojos, cruza los brazos sobre su pecho y se abraza intensamente por los hombros imaginando poseer en su regazo lo que más quería. 

¡Por fin estaba con ella!  Ese era el sueño…

jueves, 7 de julio de 2011

EMOCIONES...

No quiero sordas palabras…
No quiero mensajes inciertos…
Quiero que por tu voz
se respete mi silencio.

No quiero absurdos temores,
ni tentar al desapego.
Quiero por una vez,
ver mi el alma en ese espejo.

Que los destellos del faro
me orienten hasta los puertos,
y navegar este barco
sin rumbo fijo,… a mis sueños.

No es una queja…
No se trata de un lamento.
Sólo es algo muy sencillo
para cumplir un deseo.

viernes, 1 de julio de 2011

LA LUNA ESTÁ CONMIGO

¡¡¡Con el viento que hace y no se mueve la luna…!!!.
Todo se alborota, se trastorna y se revuelve; pero la luna no se mueve.
Me mira quieta, prendida, colgante. Ni siquiera muestra un balanceo.
Quizás sea ella quien sople!!!. Pienso…
No voy a perderla de vista por si le sorprendo la travesura.
La vigilo acompañada. Me auxilia una estrella…
Hay que andar con cuidado y no distraerse. Si me despisto sé que se escapa.
Y para tenerla mañana, antes de irme a dormir, la bajaré del cielo y me la echaré al bolsillo. Con mimo guardaré la luna, cubierta por una nube.
Si la buscas y no la hayas no le eches la culpa al viento. Que el viento sopla fuerte y la luna no se mueve. Yo la he cogido, para que no se marche. Así que... si no ves la luna es porque está conmigo.
Posdata: “Sólo por hoy. Prometo, mañana, ponerla en su sitio.”













(Escrito 26/09/2010)

martes, 11 de mayo de 2010

SIN ANGUSTIAS

Dime qué estás pensando. Dime por qué me persigues y qué te provoco...
Dime que la soledad te abraza, te envuelve, te estremece...
Sabes que lo sé. Que en el infinito imposible de tu mirada escondes dolor, desasosiego y ansias de renacer.
No escondas tu tristeza en el disimulo. No huyas con desaliento en tu primavera de flores negras. No sufras.
Tienes mi hombro para apoyarte. Mis manos para tocarte. Mi aliento para sentir la vida.
No desperdicies tu tiempo regocijándote en tus intenciones. No pintes tu desconsuelo a trazos rojos de ira.
Te invito a mi paz...
Libera esas golondrinas enlutadas que anidan en tu interior y siente pasar el aire por los alveolos de tus pulmones.
Respira. Date la alegría de saber que vives...

viernes, 30 de abril de 2010

LOS HALOS DE FELICIDAD

Así los llamo yo. Porque pasan efímeros. Fugaces. Apenas los percibes pero sabes que han sucedido por el dulce sabor que dejan. Por su aroma, que no lo hueles sino, lo sientes.
Son las emociones que te traban un pellizco. Que te liberan de odiosos pensamientos. Porque todo fluye por tu alma como si de un mar de alegría se tratara. Y se te enardece el rostro y te brilla la mirada.

Son latidos que alteran maravillosamente tu ser. Tiemblas, sudas, respiras y no lo distingues pero lo has vivido. Y te incitan a reir, saltar, cantar…. y en ese soplo notas que el mundo te cabe en las manos.

¡¡¡Qué apacible instante!!! . No le permitas marchar y será tuyo para siempre.