viernes, 30 de abril de 2010

LOS HALOS DE FELICIDAD

Así los llamo yo. Porque pasan efímeros. Fugaces. Apenas los percibes pero sabes que han sucedido por el dulce sabor que dejan. Por su aroma, que no lo hueles sino, lo sientes.
Son las emociones que te traban un pellizco. Que te liberan de odiosos pensamientos. Porque todo fluye por tu alma como si de un mar de alegría se tratara. Y se te enardece el rostro y te brilla la mirada.

Son latidos que alteran maravillosamente tu ser. Tiemblas, sudas, respiras y no lo distingues pero lo has vivido. Y te incitan a reir, saltar, cantar…. y en ese soplo notas que el mundo te cabe en las manos.

¡¡¡Qué apacible instante!!! . No le permitas marchar y será tuyo para siempre.